El obispo Richard F. Stika ha publicado una lista de procedimientos obligatorios que serán implementados por las parroquias para la reanudación segura de las celebraciones públicas de la Misa en la Diócesis de Knoxville el fin de semana de Pentecostés del 30 al 31 de mayo.
Las misas públicas fueron suspendidas en la diócesis el 20 de marzo debido a la pandemia de coronavirus/COVID-19.
“Durante este tiempo sin precedentes en la historia en la que hemos tenido que sopesar nuestras necesidades espirituales y nuestros deseos sinceros con la protección de nuestra salud general y la salud de nuestras familias, les agradezco a todos por su paciencia y amabilidad demostrada durante estos últimos meses”, dijo el obispo Stika en una carta pastoral emitida el 6 de mayo.
En su carta, el obispo Stika también extiende su dispensación indefinidamente, a todos los católicos que viven en la diócesis de Knoxville, de su obligación de asistir a la Misa dominical.
“Deseo enfatizar que, si son vulnerables, ancianos o simplemente no se sienten cómodos yendo a una Misa pública a partir del 30 y 31 de mayo- ¡por favor quédense en casa!” dijo el obispo Stika.
Un decreto formal del obispo Stika acompaña su carta pastoral y describe las acciones específicas que deben llevarse a cabo para que las iglesias de la diócesis abran de manera segura. Mientras la diócesis se prepara para regresar a los horarios normales de Misa, el obispo Stika dijo que está “comprometido a proteger a nuestros sacerdotes y diáconos y a los feligreses a quienes sirven”.
Las directivas incluyen el uso obligatorio de máscaras para cualquier persona que asista a las Misas, el uso de distanciamiento social, protocolos para sentarse y entrar y salir de las iglesias, y pautas específicas para ofrecer de la Sagrada Comunión.